¿Alguna vez tus hijos te han preguntado una y otra vez el porqué de las cosas? Quizás te lo hayan preguntado hasta la saciedad enlazando una respuesta con otra “¿y por qué …?” Aunque a veces resulta pesado, es muy buena señal. Significa que tienen curiosidad. Quieren saber más. Los niños son curiosos por naturaleza. Necesitarás un poco de paciencia para responder a sus preguntas y algún otro truco que queremos compartir contigo. Si no sabes cómo puedes fomentar la curiosidad innata de tus hijos, no pierdas detalle.
Deja que explore el entorno
A lo mejor te resulta algo complicado dejar que explore solo por si rompe algo, normal ¿Y si lo hace bajo tu supervisión? Jugando, por ejemplo. Podéis ser unos famosos exploradores que viven nuevas aventuras y mientras, puedes aprovechar para pasar un momento divertido con ellos. Para ayudar a desarrollar la curiosidad innata de los pequeños, será necesario asegurarte de que les respondes a lo que te preguntan y no te vas por las ramas. Así los estarás ayudando a aprender algo nuevo. Será una herramienta básica que les ayudará a lo largo de sus vidas. Además, los niños deben aprender a través de tu orientación a hacer las preguntas correctas para motivarse y aprender.
Hazle preguntas
Cuando los niños están explorando la faceta de la curiosidad puedes preguntarles acerca de lo que están investigando. Puedes preguntarles cosas como por qué, cómo o qué pasaría si… Anímales a que sean ellos mismos los que encuentren las respuestas a tus preguntas, aunque en ocasiones debas guiarlos hacia la respuesta correcta. Es interesante ver cómo funciona la mente de un niño, descubrirás su lógica y entenderás como para ellos cada realidad cobra sentido. Si tu hijo alguna vez se ha sentido frustrado porque no sabe la respuesta, podrás proporcionarle las herramientas necesarias para que la averigüen. Así se sentirán mucho más capaces y motivados. Al mismo tiempo disfrutareis juntos de su gran imaginación e inocencia. Sin lugar a dudas, habrá momentos de risas y alguna carcajada con sus contestaciones.
Con estas dos herramientas tan sencillas, verás como no cuesta tanto dar respuesta a las preguntas de los más pequeños de casa. Además ¡estarán aprendiendo contigo! No hay mejor maestra.