Aunque los consejos para comer frutas y verduras siempre pasan por conservar la piel. Hay platos que agradecen su ausencia como es el caso del tomate, que en ciertas preparaciones, una vez pelado resulta mucho más fácil de comer.
Además, es ideal en los platos para niños, a ellos les encanta el tomate pero muchas veces les molesta la piel cuando se encuentras trozos más grandes.
Este truco es muy sencillo, no te llevará más de 5 minutos, y es algo que tus niños agradecerán, o al menos se comerán la comida mucho más fácil.
Por ejemplo, en alguno de nuestros Mission Wraps con tomate, la textura de la piel no hace posible disfrutar 100% del wrap, y con este pequeño consejo, hará que tus platos salgan mucho más sabrosos.
¿Cuál es la mejor manera de pelar un tomate?
Llenamos un cazo profundo con agua y la ponemos a hervir. Colocamos los tomates en la tabla, y aplicamos un corte en cruz sobre la parte inferior. Cuando el agua esté hirviendo, sumergimos un tomate y lo mantenemos de 10 a 20 segundos, sacándolo con la ayuda de una pinza o espumadera.
Hay que ser muy preciso al controlar el tiempo, ya que de lo contrario la parte superficial del tomate quedaría cocinada.
Lo pasamos inmediatamente por el chorro de agua fría y advertiremos como la piel que rodea la cruz se retrae. Nos ayudaremos entonces de un cuchillo para retirarla de manera fácil y sencilla.
¡Ya estás listo para preparar tus Mission Wraps con tomate!
¿Qué otros ingredientes añadirías a tus Mission Wraps?